Cambio de Vida

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Jorge Andrés Kosterlitz, gerente general de Bash:

“Cada crisis ha generado nuevos desafíos e hitos en la historia de la compañía”

Su nombre es sinónimo de cajas de seguridad, pero con 134 años de vida, apostar por la diversificación ha sido la clave para que esta empresa familiar logre mantenerse firme, pese a los múltiples vaivenes que ha enfrentado en el último siglo. Hacia el futuro, la innovación y la adaptación a las necesidades del mercado, así como un capital humano en que conviven distintas generaciones, parece ser el secreto del éxito.

“Yo creo que hemos pasado absolutamente por todas las crisis que puede atravesar una empresa en 134 años”, dice Jorge Andrés Kosterlitz, gerente general de Bash y continuador del legado que se inició en 1884, cuando un inmigrante alemán, Máximo Bash, fundó la primera compañía de cajas de seguridad del país.

Hasta entonces, las cajas fuertes -como se conocían por esos días- eran importadas de Europa, pero Bash instaló un taller metalúrgico y comenzó a fabricarlas en Chile, para luego incursionar también en puertas blindadas, muebles metálicos especiales y otros productos relacionados.

Cuatro décadas después, su abuelo, Jorge Kosterlitz, se asoció a Bash y al tiempo le compró su parte. “Él llegó de Europa también, e invirtió el capital que traía en esta empresa. No sé qué habrá visto él, pero sin duda tuvo buen ojo. Es una empresa como pocas, que ha perdurado muchísimos años y que sigue siendo hoy líder en su producto original”, cuenta. Desde entonces, la compañía pertenece a su familia.

Y aunque Bash, asegura, es sinónimo de cajas de seguridad, así como Gillette o Frigidaire lo son en sus negocios, con el pasar de los años ha sabido desarrollarse en otras líneas de productos, “algunas cercanas a su origen y otras un poquito más lejanas, pero siempre con alguna visión de sinergia, ventajas y economías de escala que se veían en estos desarrollos”, reconoce.

Tras el comienzo con las cajas fuertes, la compañía se relacionó de cerca con la banca. Según Kosterlitz, fue la primera empresa en instalar un sistema de alarmas en un banco en Chile y luego desarrolló también circuitos cerrados de televisión. Actualmente, Bash Seguridad constituye el negocio original de la compañía y ofrece soluciones de control de acceso, sistemas de protección y control de incendios y distintos tipos de tecnologías del área, sumando a las tradicionales cajas y puertas de seguridad en una solución integral.

Otra de sus áreas es Interiorismo, y se enfoca en mobiliario para oficinas, teniendo como punto de partida sus clásicos muebles metálicos martillados de color verde, desarrollados especialmente para los bancos. Con el tiempo comenzaron a fabricarlos en madera y a traer representaciones de marcas extranjeras como Steelcase, lo que les ha permitido, en muchos casos, integrar “productos o partes de piezas fabricadas en el extranjero con procesos que se terminan acá en Chile y con eso lograr un producto superior”, detalla Kosterlitz.

En el caso de Bash Redes, es un área que surgió como respuesta a la transición de la seguridad análoga a la digital, y también a la necesidad que detectaron de que sus muebles incluyeran facilidades para el cableado de redes telefónicas y de computación.

“Vimos la oportunidad de complementar nuestras soluciones, y hoy ofrecemos soluciones de redes al mercado, autónomas o como parte de un proyecto de seguridad o de oficinas”, resalta.

La última división es la que ha crecido con más fuerza en el último tiempo. Se trata de Bash Distribución y apunta a llegar al cliente final, por primera vez en su historia, con cajas de seguridad, quincallería, candados y otros productos, los que se distribuyen a ferreterías y cadenas de mejoramiento.

“Eso nos ha permitido acercar la marca masivamente a los consumidores y hacerla un poquito más conocida a nivel masivo, que era uno de nuestros objetivos”, dice Kosterlitz, para quien esta diversificación ha sido clave para enfrentar los vaivenes de la demanda.

“Hemos pasado absolutamente por todas las crisis que puede atravesar una empresa en 134 años (…) Es una compañía como pocas, que ha perdurado muchísimos años y que sigue siendo hoy líder en su producto original”

“Cada crisis ha generado nuevos desafíos e hitos en la historia de la compañía”, recalca Jorge Andrés Kosterlitz, detallando que en algún minuto, cuando la economía chilena estaba “bastante cerrada” a la importación, debieron desarrollar un área productiva y fabril importante que, en alguna medida, los acompaña hasta hoy y que observan como una ventaja.

Nuevas oportunidades

 

“Cada crisis ha generado nuevos desafíos e hitos en la historia de la compañía”, recalca, detallando que en algún minuto, cuando la economía chilena estaba “bastante cerrada” a la importación, debieron desarrollar un área productiva y fabril importante que, en alguna medida, los acompaña hasta hoy y que observan como una ventaja.

“Teníamos que hacer prácticamente todas las partes de un mueble o de una caja, lo que no es lo más eficiente, pero te obliga a desarrollar cierto ‘músculo’. Después, cuando se abre la economía a las importaciones, eso nos permite buscar algunas partes, piezas y productos más desarrollados o más competitivos afuera y lograr esa integración entre lo producido localmente y lo importado, que yo creo que ha sido clave”, explica el ejecutivo.

De la coyuntura actual, uno de los puntos más relevantes que Kosterlitz destaca es el impulso que la compañía ha dado al comercio electrónico, canal de ventas que está funcionando “bastante bien” y que les ha permitido desarrollar alianzas con bancos y aprovechar la plataforma tecnológica que tenían para ello.

Otro de los efectos de la crisis es el cambio que se está generando en el mundo del trabajo, lo que toca de cerca a su negocio, y que los lleva continuamente a adaptarse a las nuevas necesidades, que han pasado de las antiguas oficinas con privados y puertas, a plantas libres con cubículos y nuevas soluciones para maximizar el espacio.

Ahora, prevé que el distanciamiento social llevará a reinventar nuevamente las oficinas, ya que el teletrabajo se va a mezclar con el presencial y los espacios de reuniones serán cada vez más importantes.

“Yo diría que Bash es una mezcla de tradición e innovación permanente”, dice Kosterlitz. De hecho, cuenta que hace unos siete años desarrollaron una alianza con Copptech y comenzaron a utilizar tecnología antimicrobiana en candados y cerraduras. “Fuimos bastante visionarios y adelantados, sobre todo con lo que estamos viendo hoy, en la incorporación de esta tecnología, que ha tenido una fuerte demanda”.

“Bash es una mezcla de tradición e innovación permanente”

“Son muchas las crisis y momentos difíciles que tiene la historia de Chile y en las que, en buena parte, Bash ha estado presente (…) Me parece que estamos bien preparados para superarlas. Creo que, en gran medida, es el equipo humano con el que cuenta la empresa”

El futuro

 

Ahora, pocos meses después de inaugurar -a comienzos de este año- sus nuevas oficinas en Huechuraba, dejando su ubicación tradicional en Recoleta con Diagonal José María Caro, donde estuvieron por más de 80 años, Kosterlitz mira al futuro con confianza.

Lleva 12 años al frente de la compañía de su familia, cargo en el que después de su abuelo estuvo su padre, Enrique, y luego Federico Silberberg, quien la lideró por más de 30 años y que fue para él como un hermano. Pero no necesariamente espera que después siga alguien de su familia.

En ese sentido, dice, Bash hoy es una empresa familiar en cuanto a la propiedad, y profesional en su administración. De hecho, sólo tres de las 600 personas que trabajan ahí hoy son parte de la familia.

“Son muchas las crisis y momentos difíciles que tiene la historia de Chile y en las que, en buena parte, Bash ha estado presente. Cada una de ellas ha sido un tremendo desafío, pero algo especial debemos tener, porque me parece que estamos bien preparados para superarlas. Creo que, en gran medida, es el equipo humano con el que cuenta la empresa”, reconoce, añadiendo que entre sus colaboradores hay personas con más de 30 años en la compañía, “que llevan el ADN de la compañía”, y profesionales jóvenes que están más conectados con los mercados y las generaciones actuales.

Cree que vienen meses difíciles, “pero estamos seguros de que, en algún momento, ojalá más temprano que tarde, va a venir una reactivación económica. Hay muchos proyectos y obras que quedaron detenidos por esta pandemia, y eso tiene que volver a moverse. Estamos trabajando para estar en la mejor posición de partida para cuando toda esta actividad económica empiece a reactivarse”.

“Hay muchos proyectos y obras que quedaron detenidos por esta pandemia, y eso tiene que volver a moverse. Estamos trabajando para estar en la mejor posición de partida para cuando toda esta actividad económica empiece a reactivarse”